Pan rallado

Para que el pan rallado se conserve bien seco en el recipiente donde lo guardas y no se apelmace por la humedad, introduce con el unas hojas de laurel y mantén el tarro bien cerrado.

Pasta

Para que el agua que cuece la pasta no se salga de la olla, cuando la hayas echado la pasta y haya alcanzado el hervor, baja un poco el fuego y prueba a colocar un cucharón de madera sobre la cazuela. Puede parecer increíble, pero la verdad es que el agua no se sale.

 Pasteles sin huevo

Para las personas que no deben comer demasiados huevos hay un truco eficaz para la elaboración de pasteles: sustituir el huevo por una taza de leche con una cucharadita de vinagre.

 Patatas

Si siempre que hierves patatas enteras estas acaban rotas y desmenuzadas, añade directamente al agua de cocción unas gotitas de vinagre y la sal que necesites para sazonarlas. Las patatas quedaran enteras y con un aspecto perfecto para presentarlas así.
¿Sabías que las patatas se conservan mejor a oscuras? Esto es porque la luz favorece la formación de toxinas: déjalas reposar en una despensa oscura dentro de bolsas aireadas o extendidas sobre una superficie.
Para que las patatas no se oscurezcan después de pelarlas, introdúcelas en un cuenco con agua y unas gotitas de vinagre y guárdalas en el frigorífico hasta el momento de utilizarlas.

 Pescado

¿Tienes sobras de pescado del caldo que has preparado? No las tires porque quedaran deliciosas si las desmenuzas bien, eliminas todo rastro de espinas y piel y, con la carne del pescado rellenas unos pimientos del piquillo.

 Pescado a la sal

Los pescados a la sal son deliciosos, pero pueden ser incomibles si no se preparan bien. Recuerda que nunca se puede cocinar un pescado que haya sido previamente descamado o abierto, porque absorbe la piel y la sal penetra en exceso

 Pescado crujiente

Para que la piel del pescado quede crujiente cuando lo preparas al horno y tenga un acabado apetitoso y dorado, espolvoréala con pan rallado y vierte encima y de modo uniforme mantequilla fundida: sobre todo los niños no podrán resistirse a esta forma de cocinar el pescado. Eso sí, no lo hagas a menudo porque se incrementa bastante su nivel calórico.

 Picatostes

Si quieres preparar unos deliciosos picatostes caseros y aprovechar así el pan duro que ha sobrado, corta el pan duro a dados y rocíalos con un poco de mantequilla derretida. Después, colócalos en la bandeja del horno y sitúalos bajo el grill hasta que queden dorados.

 Pollo

Si quieres darle una presencia y un sabor diferente a las típicas pechugas de pollo, córtalas en tiras, sazónalas con sal, pimienta y dos cucharadas de mostaza, y fríelas ligeramente en una sartén con aceite y mientras se cuecen, vierte un poquito de vino blanco.




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